domingo, 25 de febrero de 2007

GAME OVER...

Un día de invierno, un regalo inesperado y mi papá entregándome el joystick de un FAMILY GAME, este día quedara en mi memoria como uno de los días felices de mi vida, señora consola que me supo entregar horas, días, años de jugabilidad para hacerme sentir un niño feliz, supe hacerla padecer pero ella siempre a mi lado, esa fue mi única consola en lo que va de mi vida, la supe querer, algún día quedo en un rincón y fue vendida al mejor postor, triste final pero no esperen otra cosa, esto es la vida real, no una película. Ese es el comienzo de mi vida de vicioso, pase por Arcades, en lo que se conocía como Winners, donde supe como utilizar 25 centavos para ganar hasta 76 fichas en un día, dominar cualquier juego con solo jugar un par de veces, y hacer valer mi curioso talento para el vicio hizo que se creara y criara mi lado burlisto y seguro a limites insospechados, no asustéis, puedo decir que con el tiempo todo se apacigua o que todo lo que sube tiene que bajar o que madure o que me supieron bajar los humos, todo eso tiene algo de verdad, por eso lo comento. Como todo vicio tiene su lado feo, en mi caso fue el hacer aparecer mentiras para decir donde andaba ya que no aparecía por mi casa desde la salida del colegio. El tiempo pasa y deje de frecuentar los Arcades tan silenciosamente que nadie se dio cuenta. De ahí y gracias a unos conocidos de mi barrio, que luego llame amigos, estos eran dos hermanos muy parecidos, amigos de unos amigos, Matias y Sebastián, conocidos como los “Gomecitos”, hasta el día de hoy unos Sres. amigos, y tome a Matias como mi archirival, por ser inmutable, su jugar era un juego despreocupado pero fuerte, el siempre salía de situaciones horribles, bajo presión actuaba como ninguno, digamos un Roger Federer del joystick, con ellos pase a los 32 bits que entregaba una PLAYSTATION, esta solo hacia girar un solo disco, el del Winning Eleven, un juego de fútbol, el cual como buen vicioso, supe dominar, y siendo el mas chico del grupo hacia padecer a los que jugaban conmigo, era algo así como un prodigio, lo que pensaba lo realizaba, estratégico, soñador, algo que hacia de mi una maquina, horas y horas eran las que pasábamos jugando, para mi mis ojos y mis manos eran los mas preciado que tenia, con gotas para los ojos en mis bolsillos andaba de aquí para allá, no había momento en que la adrenalina del juego decayese, una coca entre las sillas y el ruido del joystick llegando al limite del uso apropiado, eran nuestros mejores acompañantes, pero como todo se acaba, el tiempo no basta, pero cuando lo tuvimos, lo aprovechamos al máximo, salir con los ojos hinchados y ver a la gente afuera haciendo lo que la gente hace era señal de que la pasamos bien, todo evoluciono hasta las consolas, nosotros adquirimos mas responsabilidades y poco a poco nos fuimos alejando, ahora somos de la vieja escuela, tuve que colgar los botines, mejor dicho los joysticks, pero están, colgados pero están.

sábado, 17 de febrero de 2007

La princesa y el soldado…

“Había una vez un rey que hizo una fiesta para las princesas mas bellas del reino, un soldado que montaba guardia vio pasar a la hija del rey. Ella era la mas bella de todas y se enamoro en el acto. ¿Pero que podía hacer un pobre soldado comparado con la hija del rey?. Finalmente un día logro hallarla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedo tan impresionada con su amor que le dijo al soldado: “si puedes esperarme cien días y cien noches bajo mi balcón al final, seré tuya”. De inmediato el soldado se fue y espero un día y dos días y diez y después veinte. Y cada noche, la princesa controlaba desde la ventana, pero el no se movía. Con la lluvia, con el viento, con nieve, siempre estaba allí. Los pájaros ensuciaban su cabeza, las abejas se lo comían vivo, pero el no se movía. Al cabo de noventa noches, se había vuelto, todo seco, todo blanco y le brotaban las lágrimas de los ojos, sin que pudiera detenerse. Ni siquiera tenia la fuerza para dormir. Mientras la princesa, lo miraba, sin cesar. Y cuando llego la noche numero noventa y nueve el soldado se levanto, tomo la silla y se fue.”

Texto tomado de Cinema Paradiso

miércoles, 14 de febrero de 2007

"Noooooo.... Pinchaoooooo"


Hay personas que uno conoce de casualidad o necesidad, en este caso es un profesor que forma parte de los "personajes ánimos" de mi vida, que se filtra hacia muchas personas de diferente maneras, persona muy pijara, rápido mentalmente, con una buena cultura general, muy suspicaz, preciso, sin mala intención, alegre, con un humor sin igual, humano y bla bla bla. En fin, esa persona es un personaje conocido como "el Pinchao" un tipo normal, narigón, muy narigón, ingeniero civil, fumador empedernido, fan a muerte de la estrella porno Silvia Saint, adicto a la "coca", a su mate lavado con burro y fanático del "santo", cuando escribo fanático para esta persona, quiero decir: asistencia perfecta a los partidos en la ciudadela de su equipo. El Pinchosky como algunos lo llaman es un "culiao", palabra que uno adopta al ingresar por debajo del dintel de su puerta para referirse a sus pares, una vez que uno se encuentra en la tierra prometida, todo vale, todo, si no me creen son bienvenidos a vivirlo, con su humor ante cualquier comentarios que nacen de sus pinchados como: "que calor del pin... que hace", "vamos al pin...", "trae agua culiao", "andate al pin...", "pone aire culiao", "cero culiao", etc., etc., Y creador de palabras como "nefasto", "muy optimo", "tranquilo pinchao", "cagate", "el pelotudo del dia", "el pi... del día", "tururu" y una clásica "estoy cansado, haceme un pe...", este tambien es una fuente incontables fuente de chistes y anécdotas que en el momento más inesperado aparecen, llevando la atención de todos a sus palabras para luego pasar a un estado de algarabía total. El nos instruye en otras cosas muy ingenieriles, pero entre todo eso esta su forma de ser, expresada en buenos términos a pesar de las incontables "malas palabras" que en todo caso serian mala si fuesen con saña. Así o en mejores términos hablan los que tienen la oportunidad de conocerlo.

jueves, 8 de febrero de 2007

Esos días con D…

Maldito y nefasto día, del medio día en adelante ese dia no merece ser nombrado, sus atardeceres anuncian el comienzo de un lunes, y quien no recuerda aquellos días de primaria o secundaria en los que a ultimo momento tenemos que hacer las cosas, o las tardes en la vereda, solitarias como ninguna otra tarde, la señora en bicicleta con su corneta avisando que hay bollos en su cajuela, las típicas visitas agarra cachetes, los programas burdos en la tele. Hasta aquí una tarde de domingo es una tarde un poco más nefasta que las demás, será porque la vivimos a pleno, sin nada que hacer. Pero la tarde de ese dia nos muestra su cara más sombría cuando entra el invierno, las noches mas largas, la luz se va a las 18, apareciendo la niebla y por detrás el manicero con su pseudo tren soltando esos pitidos que por lo menos en mi llegan a hacerme sentir tan triste que siento en mi cabeza la canción de “Cinema Paradiso”. Domingo, ¿algún día pasaras inadvertido?

Son mis amigos...


Una imagen vale por mil palabras... en esta ocasion necesitaria muchisimas miles de imagenes para describir a todos los que considero de una forma u otra amigos, pero en esta linda imagen sacada en el festejo de mi cumpleaños retrasado figuran muchos de estos "amigos", que conste que esta palabra no hace diferencia de sexo. Por ustedes mis amigos levanto una copa y como bien me dijo alguien que considero una sapiente, mis amigos por debajo de mi familia pero encima de todo lo demas, no son palabras textuales y aunque no crea que es asi, es una linda frase para citarla en un modo empirico.