martes, 27 de marzo de 2007

"Gracias... por venir..."


Luces tenues en la noche, mirando directo a la fuente de luz se hacen notorias las pocas y pequeñas gotas que sutilmente te mojan, imperceptibles, volvió a hacer llover, retomando las vías me encuentro en una procesión, un papel sin vida en la mano, en bolsillos o riñoneras, siento las manos de los que “ya no son igual”, vallas a diestra y siniestra marcan mi camino, yo lo quise así, entonces no me quejo y muevo mis pies, parió la abuela, muchas caras, muchos cortes de pelos, rarezas, paquetería, asombro, uno que otro saludo se me escapa, me enferma que se me escapen, la previa me hace mirar sobre los hombros para encontrar mi posición en la selva, me paro cruzo mi brazos, pienso, observo, saco el cuero, otra vez me asombro, fue fácil llegar hasta aquí, entonces por “justicia poética” la que me espera, el calor aumenta, quiero grabar cada detalle, se apago la luz, de donde me agarro ahora, luces y unas ondas estacionarias producen batido en mis oídos, entre el humo lo distingo, con los pies sobre la tierra, flexiono mis piernas, mi rodilla, esperando el pulso eléctrico que provoca mi cerebro al escuchar tales notas, se viene el estribillo decía mi cuerpo y se dio el primer salto coreando y levantando mi brazo al unísono, pego en el palo, mentira, después de dos horas y medias de verlo pasear y dejar notas en el aire, tirar palabras, no hay muchos fanáticos “fanáticos” pero sorpresas me llevo al ver a los pocos que hay dejar todo, un aplauso para ellos, saco todo lo que tenia, no paro ni un minuto para cargar el revolver ni su cartuchera, le puso un poco de Soda a la noche, con la transpiración corriéndome por la cara algo de falta hacía, un poco de condimento, algo así como Spinneta, en un momento ya no estaba, las luces se encendieron, la salida una marcha de zombies, aire impecable y fresco me esperaba afuera, me hizo sentir vivo, igual que lo que sentí adentro hasta que las luces se encendieron, estoy vivo. Cerati, que groso el flaco, quería ser cantante. Miro para atrás y veo que la justicia poética no participo en nada, me siento bien por eso, me subo al auto de mi amigo y me dice tomamos por la calle de los buenos aires, mierda, maldita justicia poética, tan poética que me mordía para aguantar.
pd: Roxana, vas a estar para la proxima, no te lo voy a tener que contar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente me encanta esa sobredosis de inteligencia... Vamos por Soda!

Anónimo dijo...

maldito abraham por no invitar jajajajaja peor igual si vos la pasaste bien tus amigos que no fueron por no ser invitados tb lo pasamos bien.A por cierto Ceratti una masa.besos