caminando...
Iba por la calle Monteagudo y San Juan, caminando por la Monteagudo hacia la Santiago, pensando en miles de cosas, con un puñado de fotocopias en la mano, luego, en un instante dos silbidos me sacaron de mi burbuja, fue impresionante, me quede parado esperando el impacto, ojos cerrados, encogido de cuello, cuerpo tieso, piel de gallina, todo eso, sumado a una montaña de recuerdos, de noches frías en mi barrio, noches en las que pienso en aquel cartel de Mafalda diciendo "Sr. Juez" al lado de un plato de sopa, de zapatillas con punteras mojadas, niebla, rocío y escarcha palabras comunes en esos inviernos desolados, noches de bocas humeantes, el de los silbidos fue el manicero, el culpable de dejarme tan desprotegido en calles ajenas a mi, en pleno centro caminaba al lado de su seudo maquinita sobre una bicicleta, con Dios como mi testigo afirmo que fue un momento que no hubiese querido vivir, me quede parado hasta que perdí al manicero del alcance de mi vista y a sus silbidos de mis orejas. Invierno bienvenido a caminar a mi lado.


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