viernes, 4 de mayo de 2007

una de marineros... de uno soberbio...

Un dia en alta mar, un marinero surcaba el océano, altivo, experimentado, practico, solitario, seguro de si mismo, pidiendo brisa pero mas que brisa anhelaba agua dulce entre tanta agua salada, una nube formada de vapor de agua bajo de los cielos, esa nube tomo forma de mujer, el marinero para nada asombrado dijo a viva voz –yo vi cosas mas fantásticas e increíbles que cualquier otro jamás vera y esto no esta entre esas cosas- la nube se disolvió y se fue hacia arriba, pronto el cielo se nublo, vientos, rayos y truenos resonaron, el cómodo en su barcaza se acostó esperando que otra tormenta pase, no sin antes dejar sus baldes para recoger su preciada saciadora de sed, pero lo curioso es que no llovía, solo había viento y demases, entonces pasaron las horas y el cielo se aclaro, de pronto aquella nube volvió a nivel del mar, retomo la figura de aquella mujer y le dijo –te das cuenta marinero que te negaste a caer en mis labios desestimándome, yo que con mi boca soy capas de saciar tu sed, lamento dejarte estas palabras pero me alegro dejarte una enseñanza-.
Esa sed que tenia al marinero con los labios partidos, esa sed que lo consumía, lo hizo caer en cuenta de su soberbia, ese mismo sentimiento hizo la tormenta, pero no le dio agua.Del marinero no sé mas nada, de aquella nube tampoco, se desvanecieron cuando termine de escuchar “Alfonsina y el mar”.

1 comentario:

Calio dijo...

Quizás yo haría lo mismo que el marinero, aún después de leer tu relato...

Muy lindo :-)

Besos