"Lo único que necesita el mal es que los hombres buenos no hagan nada".

Supe hacer las cosas muy a mi modo, estas no son muy convencionales, pero son acciones puras, sin pijotearía, bien o mal, sepan entender, háganmelo saber, no se callen, puede volver a suceder, puedo, como no puedo hacerles caso, critica o critica constructiva, puedo hacer oídos sordos depende de mi, de vos, de ambos. Los que me conocen saben que no es fácil el llevarme, para una minoría tal vez si lo es, existen, pero no sobreviven a este mundo, para encontrar uno hay que sacrificar cientos o terminan siendo comidos por otros, otros ideales, otra vida, otra cultura, otra ciudad (otro de estos “otros” y no termino mi escrito), otros van al lado mío, me tomaron por los cuernos, saben leerme, saben pensarme, saben porque, como, donde hago mis cosas, otros sangraron, otros me hicieron sangrar, otros solo me ven de lejos, otros no me tienen en cuenta, otras se arrimaron, otras se alejaron, otras me invitaron a acercarme, otras saben disfrutarme, saben divertirme y divertirse conmigo, si también aburrirse, por ahí me abro, por ahí me cierro, por ahí te atiendo fuera de horario, por ahí con mala cara o con la mejor sonrisa, los que se quedan, saben hacerse entender, firmes o tambaleante no escapan, porque vieron algo rescatable hasta destacable, lo cual aprecio y a ellos les se entregar mi amistad o más, a los que se fueron bueno “buena suerte y hasta luego”.

Muchas personas se conocen, muchas conocí, muchas deje de conocer, algunas se destacan del resto, otros dejan huellas, heridas que se hacen cicatrices, otros no tienen el peso para esto, no por eso no sé las recordara.