"algunas de aquellas pequeñas cosas..."

Domingo, tarde noche, me pierdo de ver tele. Pensando en lo que se viene el lunes me apuro a terminar de acomodar mi pieza. En eso saco una caja, toda llena de tierra, al ver mi sorpresa y desconocimiento que eran mis autitos, más de 100 autitos, algunos sin ruedas, algunos aplastados, otros sin pintura, hasta encontré el batimovil. Ese era mi mejor autito. Entre ellos también pude encontrar un GIJOE mutilado. Levante la mirada y a este mártir de mi niñez lo acomode en mi repisa, que mejor homenaje. A todo esto una charla de muñecas a media tarde con una conocida que también me remonto a acordarme de mis tropas. Esos soldaditos plásticos en poses triunfantes. Los cuales me hacían inundar los canteros de mi mamá haciendo los campos de batalla. Desparramarle la arena al vecino haciendo las bases secretas. Soldados inmortales, cada uno con una misión, siempre defendiendo a su país, este país era el pais “de nunca jamás”, capaz que por eso ya no están. Pero tienen un lugar por ahí. Estas son algunas de aquellas pequeñas cosas, cosas que nos hacían feliz hasta que nos llamaban a dormir, hacer la tarea o hasta que nos invitaron a ser grandes.